La habitación era súper acogedora y cómoda! Los dos baños con bidé y ducha eran una maravilla. Me sentí como en casa.

Quizás demasiados espejos para mi gusto, pero eso es solo cosa mía!

La estancia en Vivienda turística María de Padilla Villa en Montiel ha sido perfecta. La casa es amplia, cómoda y confortable, con una limpieza excelente. La atención de Paqui, la encargada del alojamiento, ha sido inmejorable, siempre atenta a nuestras necesidades. Además, nos dejaron agua, café y todo lo necesario para desayunar. Sin duda, lo recomiendo al 100%.

falta información turística disponible.

Nos sentimos como en casa desde el momento en que llegamos a la impresionante Vivienda turística María de Padilla Villa. La anfitriona, Paqui, nos recibió con amabilidad y profesionalismo. Las camas eran muy cómodas y la casa era acogedora. Apreciábamos mucho el detalle de la cesta de desayuno y la cafetera con cápsulas. Sin dudar, volveríamos a este alojamiento.

Nos ha encantado todo, desde la hermosa casa hasta el trato amable de los dueños. Las habitaciones son insonorizadas y las camas son muy cómodas. Además, el desayuno era enorme y delicioso. Sin duda, volveremos. 😊

Todo fue perfecto durante nuestra estadía. Nos encantó la atención de los dueños, quienes fueron amables y atentos en todo momento. Además, la casa era de lujo, con habitaciones insonorizadas y camas muy cómodas. destacamos la presencia de aire acondicionado en cada estancia, lo cual nos permitió descansar incluso en los días calurosos. Por si fuera poco, el desayuno ofrecido fue un detalle increíble. Nos sentimos como en casa y realmente disfrutamos de nuestra estancia.

No encontramos ninguna pega durante nuestra experiencia. Todo estaba perfecto y adecuado a nuestras expectativas.

Todo perfecto, casa preciosa, cómoda y limpia. Vistas maravillosas. Trato excelente de la dueña, Paqui. Desayuno completo. Recomendable al 100%.

Imposible encontrar algo negativo.

Nos encantó todo sobre esta casa de vacaciones. Es hermosa, cómoda y limpia, con todas las comodidades que necesitábamos para relajarnos. Las vistas desde la buhardilla son impresionantes y no queríamos salir de allí, solo estar junto a la chimenea. Además, el trato de la dueña fue excepcional. Estuvo atenta en todo momento e incluso nos preparó una gran cesta de desayuno para todos los días. Sin duda, volveremos.